Hay que considerar cuidadosamente el fluido, la temperatura y la presión al seleccionar las tuberías, para asegurarte de que encuentras la opción más adecuada.
Al planificar una instalación, es importante tener en cuenta el material de las tuberías o sistemas de tuberías que componen tu red de suministro. Tienes a tu disposición una variedad de materiales para distintas instalaciones, de modo que puedas encontrar el más adecuado para cada trabajo. Hay que considerar cuidadosamente la elección de una tubería, ya que debe cumplir requisitos específicos según su entorno.
La compatibilidad química entre los fluidos y los materiales de las tuberías es esencial para un flujo óptimo. Para garantizar los mejores resultados, se pueden emplear tablas de resistencia química o herramientas digitales para determinar con precisión qué material funcionará en tándem con un fluido concreto (y sus distintas concentraciones).
Por ejemplo, las tuberías de polietileno (PE) es una opción segura y fiable para aplicaciones relacionadas con el agua, la agricultura o el gas, sin embargo, no se utilizan para instalaciones con temperaturas altas.
Con la composición de material adecuada, los tubos pueden diseñarse para soportar temperaturas variables. El uso de tablas de resistencia es una forma eficaz de determinar los requisitos de temperatura de cada tubo.
Por ejemplo, las tuberías de Polipropileno (PP) tienen una resistencia alta a temperaturas, al impacto y al aplastamiento. Además, de ser una tubería ligera, con resistencia a la penetración de microorganismos y posee una recuperación elástica innegable.
Es esencial que respetes la presión de trabajo para que tu material pueda rendir al máximo. Asegúrate de que se mantiene dentro de los umbrales mínimo y máximo establecidos por sus especificaciones.
Las tuberías de presión de PVC proporcionan una instalación resistente y fiable para instalaciones hídricas como en depuradoras o procesos de filtración. Al soportar presiones de hasta 10 bar en AFS, estos sistemas rígidos son poco flexibles frente a los golpes de ariete, lo que garantiza un rendimiento duradero con un mantenimiento mínimo.