La construcción sostenible es el proceso de utilizar materiales y técnicas que buscan minimizar el impacto medioambiental. Puede hacerse mediante el reciclaje, la reutilización de materiales para múltiples proyectos, el ahorro de energía mediante planes de diseño eficientes y uso de energías renovables en las edificaciones y su entorno.
La construcción y el diseño de estos edificios es una forma ecológica de reducir su demanda energética. La legislación en Europea ha establecido directrices estrictas para lo que llaman "Edificios de Consumo de Energía Casi Nulo". Estas construcciones tienen altos niveles de eficiencia porque la mayor parte de sus necesidades se cubren con fuentes renovables, ¡que además ayudan a mejorar la sociedad en su conjunto mediante la creación de empleo, entre otras cosas!
Los diseños arquitectónicos de los EECN aprovechan las condiciones positivas de su contexto inmediato para reducir la dependencia energética de fuentes externas.
La construcción sostenible es un enfoque que se esfuerza por ser respetuoso con el medio ambiente a la vez que rentable. Para lograr este objetivo, deben existir soluciones innovadoras en todas las fases de los proyectos. Los profesionales del sector deben trabajar con:
Que generen mínimas emisiones de CO2 tanto en la fabricación como transporte, larga vida útil y que puedan emplear tecnologías digitales para el control energético.
El uso de energías verdes es una forma de reducir las emisiones de CO2 al tiempo que se ahorra dinero y se aumenta la eficiencia. Algunos de los sistemas energéticos más eficientes del mercado son:
Con la Calefacción por Tubos, puedes conseguir un alto confort térmico en tu casa utilizando sistemas que funcionan a bajas temperaturas y tienen poco consumo de energía. Esto es posible gracias a la capacidad del sistema de almacenar calor, que mantiene las habitaciones calientes.
Es una energía renovable solo consume un 25% de consumo eléctrico permite climatizar la edificación y genera agua caliente mediante una bomba de calor gracias a la energía obtenida del aire exterior, como en invierno o verano.
Este sistema es capaz de extraer el aire viciado de tus habitaciones e introducir otro nuevo y más fresco, al tiempo que mejora la calidad de lo que respiras.