Las ciudades de Latinoamérica se enfrentan a una amenaza inminente, ya que el cambio climático pone en peligro sus infraestructuras. A medida que aumentan las temperaturas y cambian los patrones meteorológicos, estas áreas metropolitanas deben tomar medidas preventivas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas prevé que, en poco más de 30 años, dos tercios de la población mundial habitará en ciudades.
Esta tendencia está provocando un aumento de la demanda de recursos para garantizar que los ciudadanos tengan acceso a las comodidades necesarias, aunque estas zonas también se enfrentan a un mayor riesgo de peligros relacionados con el cambio climático, como inundaciones, sequías y corrimientos de tierra.
La gestión de las ciudades se enfrenta a retos cada vez mayores a medida que surgen problemas en los aspectos social, medioambiental y económico. Es hora de desarrollar soluciones que ayuden a las ciudades a prosperar.
En Amanco Wavin, estamos comprometidos con el llamamiento a la resiliencia climática y sabemos que se trata de una responsabilidad que requiere el esfuerzo colectivo de todos los sectores.
Con nuestras soluciones innovadoras enfocadas a crear entornos saludables y sostenibles, junto con acciones de impacto encaminadas a una adaptación óptima, Jorge Jean--Director de Marketing para México y Centroamérica--comparte su entusiasmo por alcanzar estos objetivos.
Las empresas y los gobiernos que pretendan construir ciudades resilientes deben tener en cuenta diez aspectos primordiales relacionados con la inhibición del riesgo. Entre ellos se incluyen componentes esenciales como:
- Establecer una organización y coordinación, en la que participe la ciudadanía, para identificar amenazas de riesgo.
- Asignar un presupuesto para la prevención y solución de estos riesgos identificados.
- Mantener información actualizada sobre posibles vulnerabilidades.
- Invertir en una infraestructura que reduzca el riesgo.
- Evaluar la seguridad de los accesos públicos.
- Planificar el uso del suelo, de forma realista.
- Crear programas educativos y de capacitación sobre la reducción del riesgo de desastres en las comunidades.
- Proteger los ecosistemas urbanos para mitigar el impacto del cambio climático.
- Instalar sistemas de emergencias y detección temprana de riesgos.
- Controlar el recurso hídrico y su infraestructura, de forma que pueda hacerle frente al cambio climático.
Aplicando estrategias eficaces de resiliencia climática y urbana, podemos aprovechar el potencial de beneficios globales que garanticen la mejora del nivel de vida en todo el planeta.
Por ejemplo, las celdas Aquacell proporcionan una solución sostenible de gestión del agua, diseñada para reducir el riesgo de inundaciones. Esta innovadora tecnología puede utilizarse por sí sola o como parte de un sistema integrado con el drenaje sifónico Quickstream de Amanco Wavin⁸, lo que te proporciona la máxima protección contra los picos de precipitaciones, al tiempo que salvaguarda nuestro medio ambiente.
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