La autoconstrucción de viviendas en el Perú mueve alrededor de 25 mil millones de soles cada año, lo que equivale al 4,1 % del producto bruto interno (PBI) nacional, según el Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade). Asimismo, dicho estudio revela que siete de cada diez hogares en el Perú urbano fueron autoconstruidos y sin supervisión profesional. Actualmente, hay 2,9 millones de viviendas en proceso activo de autoconstrucción, de las cuales 1,6 millones son de material precario y 1,3 millones de material noble.
Bajo este contexto, es crucial tener cuidado desde el inicio hasta el final en la gestión de cada proyecto u obra en la construcción civil. Sin embargo, muchas personas desconocen esta importancia y no saben cómo llevarla a cabo, lo que resulta en graves errores y gastos innecesarios que podrían haberse invertido en mejorar procesos o en la administración.
La asesoría especializada en tuberías y construcción garantiza la seguridad y calidad de las obras, contar con un ingeniero en la planificación y ejecución de las obras puede resultar en un ahorro significativo de tiempo y dinero a largo plazo. En Perú la autoconstrucción es predominante, reconocer la importancia de profesionales capacitados en cada etapa del proyecto es esencial para mejorar la calidad de vida y la seguridad de los hogares peruanos.
Por esta razón, desde Pavco Wavin, nos preocupamos en a la formación constante de nuestros especialistas, bridándoles conocimiento a través de nuestro club de la gasfitería, que a la fecha ha logrado impulsar el trabajo de más 10,000 gasfiteros, maestros de obra entre otros oficios relacionados al sector construcción.
Finalmente, en marco del mes de Ingeniero, el experto destaca que con la asesoría de ingenieros y personal capacitado en tuberías y construcción, se obtiene una serie de beneficios que incluyen la implementación de técnicas avanzadas, el uso de materiales de alta calidad y la adopción de prácticas sostenibles, así como la integración de tecnología permitiendo una planificación y ejecución más precisa, reduciendo errores y costos imprevistos. Además, la capacitación continua del personal, garantiza que los trabajadores estén actualizados con las últimas normativas y métodos de trabajo, lo que mejora la eficiencia y la seguridad en la construcción.