Al adoptar la tecnología BIM en las iniciativas de construcción ecológica, el sector puede cosechar numerosos beneficios, desde una mayor calidad hasta una reducción de los costes. Es una necesidad para el progreso sostenible que desbloquea innumerables oportunidades.
La construcción sostenible puede proporcionar tranquilidad financiera en el clima actual, ya que los principios de diseño ecológico aplicados desde el inicio conducen a beneficios iguales o mayores que los métodos tradicionales. Cualquier organización que se encargue de un proyecto debe tomarse en serio la sostenibilidad para lograr el éxito a largo plazo y la rentabilidad.
Con la integración de BIM en el diseño, se pueden obtener numerosas ventajas que trascienden las fronteras globales para repercutir positivamente en nuestro entorno. Estas ventajas incluyen:
- Utilizando modelos BIM, arquitectos e ingenieros pueden determinar con rapidez y precisión el diseño más eficiente energéticamente para un edificio. Factores como la selección de materiales, la orientación del edificio, entre otras particularidades. Se tienen en cuenta para crear un resultado final optimizado que sea rentable y sostenible.
- Para maximizar la eficacia, se tiene muy en cuenta la reducción del uso de materiales. Por ejemplo, al optimizar las tuberías de agua y los conductos de aire acondicionado con un mínimo de curvas y juntas, ahorramos recursos al tiempo que garantizamos un flujo de aire/presión de agua superiores sin comprometer las fugas.
- Al reducir significativamente las necesidades energéticas, los ciudadanos ya no necesitan la construcción de grandes plantas eléctricas, de otro modo, provocaría un aumento de la contaminación. Este resultado no sólo crea un medio ambiente más sano, sino que también puede beneficiar a las economías locales al dejar fondos para otras iniciativas.
- El modelo se adapta a la perfección al diseño, capturando datos de construcción y creando documentación precisa sobre la construcción para la generación de manuales de mantenimiento.
Mediante la incorporación estratégica de los procesos y la tecnología BIM, los costes de los proyectos pueden reducirse drásticamente, al tiempo que se refuerza la eficacia de la gestión del edificio durante toda su vida útil.